El virus y sus lecciones aprendidas

Después de esta crisis ya no seremos los mismos como individuos y como sociedad. este virus más allá de su peligro y notoriedad  ha roto el ADN robotizado al que ya estábamos anquilosados . Cada quien ensimismado y con la tecnología como único acompañante , en veloz carrera para la satisfacción hedonista del cuerpo y de la mente a través de artilugios inertes que nada  aporta  a nuestro  ser interno ese que ya hace tiempo no escuchábamos hasta que nos pusieron en cuarentena   sin la posibilidad de movilidad lo que nos obliga a examinarnos de manera profunda. La tecnologia con todos sus avances nos convirtió en robots y  lo  habíamos creído que así era hasta que nos dímos cuenta de la enorme fragilidad humana que nos acompaña . Esta sociedad que solo cree en lo que ve y puede tocar  se ofusca a niveles de miedo patológico con un elemento que no podemos ni ver pero si tocar aunque a ciegas y que nos pone en evidencia de la vulnerabilidad tan real como el mundo fisico que tanto nos encanta .El hogar que solo ha servido de receptáculo para llegar a dormir y para  alimentacion rápida como el desayuno y a veces la cena, de repente es nuestro único aliado contra la pandemia ,  con esto llega la inevitable convivencia casi desconocida que nos invita a la comunicacion afectiva con nuestros familiares . Una sociedad que discrimina por todo , ahora ha dado rienda suelta a esa comportamiento que ya hace mucho tiempo existía y que con la histeria colectiva nos hace  recalcitrantes sin embargo a medida que conocemos más del virus nos damos cuenta que todos, desde niños a ancianos desde pobres a ricos podemos ser contagiados .También dentro de esa ruptura de la robotizacion viene la lección aprendida de que el nombre de sociedad debe servir no solo para compartir espacios fisicos sino que también para  servir y colaborar con los demás ,  unir esfuerzos colectivos para el bien común ,como  la limpieza , el respeto a las normas  y la solidaridad . Indedendientemente del origen de este virus y sus propósitos planificados o no , la sociedad deberá reiventarse , tener la certeza que el dinero que tanto nos ha destruido , facilmente se desabilita , en cuarentena, de poco ha servido tenerlo si hay otras proridades que lo dominan y lo mandan a segundo plano . Debemos reconocer que el dinero es el origen de todos nuestros males y al salir de la crisis se debe valorar otros aspectos de la vida que nos llevan más rapido no necesariamente a la ansiada y aparentemente utópica felicidad pero sí a una ruta de paz que nos hace apreciar cada momento vivido.