La otredad hace referencia a la
consideración del otro, como individuo o grupo al que el yo no pertenezco y a
las costumbres o cosas que son de terceros distintos de mí. Si tomamos la
derivación latina del término podemos hablar de alteridad (del latín alter =
Otro) como sinónimo de otredad.
La existencia de la otredad es
natural e inevitable, no todo es mío, no todo es propio, los otros y lo otro
están allí y hay que tomar una postura respecto a ello. La otredad puede
significar observar la existencia de los demás como algo positivo, que me
complementa, que ayudan a construirme con mi propia identidad, que me sirve de
ejemplo para imitarlo o rechazarlo pero no para despreciarlo; o puedo tomar la
postura de que lo único valioso es lo propio, y los otros (o lo que a ellos les
es propio) son inferiores, disvaliosos y pasibles de discriminación.
Si nos auto analizamos como
sociedad llegamos a varias conclusiones derivadas del no respeto en todas las
facetas de la cotidianeidad, de lo que piensan los demás y esa negación nos
cataloga como una de las sociedades más individualistas e intolerantes del
mundo occidental .
Vivimos fascinados con la
negatividad , tenemos morbo por la muerte y se ha constituido en un buen
negocio por lo que no medimos ni nos importa el dolor de los otros o sea los
parientes de las víctimas , nos encanta
y hasta admiramos la picardía como una acción que emulamos en muchos casos y que
ya se ha constituido en algo cultural , la astucia para la maldad nos llama la
atención y evaluamos su éxito , por eso desde la escuela muchos grupos
poblacionales de niños y adolescentes resienten el estudio y no lo ven como la vía
positiva del éxito en un futuro ya que observan a los no estudiados con mucho
dinero , entonces por el otro lado , los profesionales universitarios están muy
mal pagados por el desprecio a lo académico que hacemos al contratar y la otredad que se hace de esto es que ya
que no hay muchos puestos de trabajo , deben agradecer tener uno a cualquier
precio y si no lo toman , pues hay muchos candidatos que esperan ansiosamente
una oportunidad de trabajo. Es así que la indiferencia ante las necesidades de
un buen salario que se pide producto de un esfuerzo de estudiar en la
universidad queda como una evidencia de cómo se maneja la otredad en esta área
del mundo laboral .
En el concepto de otredad podemos
apreciar un cierto desdoblamiento personal, pues nuestra identidad va más allá
de nosotros. En otras palabras, somos yo y el otro al mismo tiempo.
La intolerancia a quienes piensan
diferente es lo que genera que los conflictos en el país adquieran
características alarmantes, sino veamos el conflicto de la UNAH y la lucha por el poder político que se hace
a toda costa , no importa a quien se denigre con tal de dominar la escena con
miras al control de la nación a como dé lugar .
Es interesante como las
sociedades del primer mundo y más las colectivistas se fortalecen precisamente
por respetar la heterogeneidad en todo lo que concierne a esa sociedad . El
respeto al pensamiento diferente en religión, preferencias sexuales,
electorales , laborales , conjuntan una comunidad con identidad hacia el bien
común , los países nórdicos nos dan cátedra de como el buen manejo de la
otredad los ha llevado al pensamiento del bien común en su nivel más alto y por
ende al desarrollo en su máxima expresión precisamente con el recurso humano
como principal eje de ese desarrollo.
En Honduras se desprecia a la gente,
solo se le toma como instrumento para intereses particulares. Despreciamos la
experiencia de los avanzados en años, a tal grado que nos estorba el viejo
trabajador no solo en tareas físicas sino también intelectuales, tildamos de
obsoleto al que tiene experiencia académica y lo queremos mandar rápidamente al
olvido bajo el manto del “relevo generacional “. Al otro extremo exigimos
experiencia al joven que raya en lo ridículo cuando para aspirar a un trabajo
se le pide experiencia que físicamente no podría alcanzar de ninguna manera ya
que no se contrata si es mayor de 35 pero entre 24 y 35 años se le solicita
mucho recorrido antes de contratarlo.
El recurso humano es el elemento más
valioso de una nación, aquí no lo estimamos, lo castigamos, le quitamos sus derechos
y lo desechamos en cuanto llega a la tercera edad. Ojalá que algún día no muy
lejano, la masa poblacional lleguemos a comprender que tolerando las
diferencias de pensamiento nos podríamos unir y de una vez por todas cambiar el
rumbo de esta Honduras.