Con una sociedad en crisis y sin
aparente mejoría , sólo queda ver hacia
una gente menuda q ue son nuestros hijos y nietos y que son los que
quedarán en este caos .
La educación ya no es tener el
mayor título posible y como meta debe ser complementaria a la más importante
educación: la de la persona.
Una de las esencias del ser
humano es la bondad , ya que es un eje que hace que los demás valores entren en
acción ,el mayor enemigo de la bondad es la concepción arraigada que por ningún
motivo debemos ser personas tontas y dejadas lo cual no es malo siempre y
cuando no se deje de ver a otros como hermanos y no como entes
peligrosos(aunque lo sean) .
La bondad es una de las cualidades humanas que mejor reflejan la esencia
humana, pues la persona bondadosa es buena, benigna y benévola, y a veces se la
relaciona con la amabilidad. Tiene inclinación por hacer el bien a los demás, y
lo hace con afecto, comprensión y respeto. La mejor persona suele ser bondadosa.
Por eso la necesidad de iniciar cuanto antes a los niños en las conductas
bondadosas. El niño que aprende a construir la paz y vivirla en bondad,
recibirá muchas dádivas a cambio.
Para conseguir que los niños sepan qué es la bondad, el ejemplo es la mejor
herramienta. El modelo que le ofrece el adulto le dirá mucho más que mil
palabras. Y su efecto será más inmediato y más profundo si este adulto realiza
acciones que revelen comportamientos bondadosos. Los niños deben aprender que
lo mejor es ayudar, comprender y cooperar, en lugar de agredir, arrebatar o
maltratar.
Según el diccionario Larousse “Bondad es la natural
inclinación a hacer el bien. Compasión. Sentimiento de conmiseración y lástima
que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias. Compromiso.
Obligación contraída, palabra dada. Solidaridad. Adhesión circunstancial a la
causa o a la empresa de otros. Comprensión. Actitud tolerante para entender a
los demás.”
En el mundo que te rodea, en tu
entorno humano, has tenido ocasiones de alegría que compartiste y celebraste:
un logro personal, o el de una persona cercana a ti (tus padres, tus hermanos,
tus amigos), una improvisada reunión en tu casa o un divertido juego en la
escuela. Pero también has conocido circunstancias tristes que quizá te
ocurrieron a ti o a alguien cercano. Puede tratarse de asuntos muy sencillos
(el fracaso en una competencia) o de otros mucho más importantes: la
enfermedad, la necesidad extrema, la pérdida de las ilusiones. Cuando viste que
alguien lloraba, te acercaste para preguntarle “¿qué te pasa?” y le ofreciste
tu ayuda. Hiciste uso de un poderoso conjunto de valores: fuiste sensible con
respecto a tu prójimo, le mostraste tu disposición a ayudarlo para recuperar su
bienestar
La bondad es una disposición de
la inteligencia y los afectos para buscar el bien y el desarrollo de los demás.
Mientras la compasión consiste en ayudar a quienes viven situaciones difíciles
para evitar su sufrimiento, la comprensión nos permite entenderlos. Esas ideas
se relacionan con un firme sentido del compromiso: no se trata sólo de dar
palmadas al hombro y desentendernos de los problemas ajenos, sino de ejercer un
conjunto continuo de acciones en bien de los demás, aun cuando no obtengamos
más beneficio que el gusto de ayudarlos. La solidaridad culmina el proceso en
un horizonte mucho más amplio: muchas personas se unen para apoyar a quienes
apenas conocen, pero saben que sufren
La indiferencia con respecto a
los demás reduce la posibilidad de establecer vínculos estrechos y de recibir
ayuda al necesitarla. En muchas ocasiones termina por deteriorar nuestra propia
calidad de vida
La bondad es la manifestación de
las mayores cualidades que pueden alcanzar un hombre y una mujer: sentimientos
nobles, inteligencia para comprender a los demás y capacidad de ayuda.
Sirviendo a los otros, llevan a la máxima altura su potencial como humanos.
En el otro lado se encuentran las
personas indiferentes, aquellas que son insensibles a lo que ocurre a quienes
las rodean. Junto a ellas se sitúan las que permanecen en el reino de las
buenas intenciones y no deciden actuar.
Más allá de los resultados
prácticos, los buenos siempre triunfan por su actitud, por la claridad de
pensamientos e intenciones.(fundación Televisa)
¿Cómo aprender a ser bueno?
- Con los ejemplos de sus padres
y hermanos mayores
- Haciendo compañía a sus abuelos
- Aprendiendo a cuidar de su
habitación y recogiendo sus juguetes
- Ayudando a sus padres en la
labor del hogar
- Abriendo la puerta a un anciano
- Cuidando y dando buenos
consejos a los hermanos pequeños
- Contribuyendo con su profesora
en clase
- Dejando prestado o regalando
algunas pertenencias suyas a los demás y a los que nada tienen
- Llevando ropas usadas con sus
padres a alguna institución(- Cuentos y canciones para compartir valores. Ed.de
la Infancia).
Los padres debemos cambiar el
esquema de que la mejor herencia que le dejamos a nuestros hijos es su
educación pero no en el sentido intelectual sino en el humano , recuerda que la
escuela sólo contribuye con un pequeño porcentaje a este objetivo , los
principales protagonistas somos nosotros :los padres y los abuelos.