lunes, 21 de diciembre de 2009

Vértigo Navideño

En ningún mes como en diciembre se siente el vértigo urbano con las fiestas navideñas , la proximidad de un ingreso extra hace que de repente aparezcan los autos por todas partes a toda hora y de lunes a domingo , en este mes es cuando se nota de manera absoluta como están las ciudades atestadas de automóviles .
El gasto desmedido y más allá de los ingresos reales de la población urbana es una de las principales manifestaciones del vértigo, las fiestas navideñas apenas duran ocho días pero alteran completamente el comportamiento de los habitantes , a tal extremo que muchos sufren de trastornos como el insomnio , ansiedad o la depresión .
Las ciudades con su crecimiento excesivo no son un lugar pacifico ni mucho menos sino que el estrés nos invade haciendo de la navidad una época mezclada de emociones más desagradables que agradables , sólo para sentarse dos veces a cenar ,compartir regalos o celebrar el año nuevo dejamos un gran desgaste de energía y de recursos financieros.
Perez C. dice que la Navidad viene a ser un acontecimiento que, lejos de generar gozo y relajamiento, puede llegar a afectar la salud tanto psicológica como mental de muchas personas.
No estamos diciendo en este caso que la Navidad sea negativa, ¡ni mucho menos!, pero según opinan muchos expertos y especialistas en psicología, con la llegada de las populares fiestas navideñas se disparan los índices de ansiedad y estrés.
Esto se puede deber, por ejemplo, a que muchas personas se saturan por el excesivo trabajo que supone la época, que además de ocupar el tiempo en su vida laboral en sí, tienen que comprar regalos, obsequios, cuadrar la agenda para cenas y comidas navideñas, para elaborar recetas de Navidad para las mismas o planear las actividades familiares a cumplir; entre muchos otros.
A nadie se nos escapa que, precisamente por este cúmulo de actividades o circunstancias, muchas personas no disfrutan de la Navidad, alejándose del verdadero sentido que tienen estas fiestas, y de los sentimientos positivos que éstas pueden generar. Por su parte Perez Zaragoza manifiesta que según el Instituto Aragonés de la Ansiedad, el 60 por ciento de los pacientes que sufren esta patología empeoran durante estos días.
El origen está en la angustia que les generan diversas situaciones. Entre ellas, las comidas familiares, que no en todos los hogares se convierten en una balsa de armonía. Suegros, suegras, cuñados, cuñadas, conversaciones tensas, indirectas, situaciones comprometidas... Suena a tópico, pero los científicos del Instituto Aragonés de la Ansiedad confirman que son situaciones que afectan a la estabilidad emocional y que agravan la situación de quienes padecen de antemano esa patología.

No es la única causa. Unas veces son los encuentros con personas con las que no hay buena sintonía. Otras, la sobrecarga de compromisos familiares o laborales que suelen producirse durante estas fiestas y en las vísperas. A veces, esa identificación entre las navidades y conceptos tales como la vida amorosa en pareja o la familia perfecta, que cuando no se tienen hace que se añoren más en estos días. Otras veces, varios factores juntos, sin olvidar la responsabilidad de preparar las cenas y comidas en los días señalados.
Esto último afecta especialmente a las mujeres. De ahí que, según el Instituto Aragonés de la Ansiedad, más de la mitad de quienes empeoran en esta patología durante las navidades son las mujeres.
Emociones y sobrecarga de responsabilidades o trabajo se funden en una mezcla nada recomendable. Por eso, este instituto lanza unos cuantos consejos, sobre todo de sentido común: en las reuniones, evitar temas que puedan conducir a discusiones; compartir tareas si quien se encarga de la comida o la cena típica se ve desbordado; y tomarse estos días con filosofía, pensando incluso que de estas situaciones también se puede aprender.
La agitación en las personas es un ambiente propicio para algunas situaciones, Segura O. es de la opinión que el período navideño es una "época de alto riesgo" para los compradores compulsivos, que necesitan gastar su dinero en las tiendas para calmar su ansia.
Hay una serie de síntomas clásicos de este tipo de conducta que conviene vigilar. El adicto a la compra siente un gran placer con la adquisición pero muchas veces no utiliza los objetos que adquiere sino que los acumula o pierde interés en ellos.
No quieren que les acompañen a comprar, para no tener testigo de su gasto, y no suelen reconocer todas las compras que hacen.
Oscilan entre el sentimiento de culpa, por haber gastado en cosas innecesarias, la compulsión por ir a las tiendas a comprar por comprar lo que sea, y la depresión, debido a los perjuicios que les ocasionan sus gastos.
Si tú o alguien en tu familia presenta estos síntomas acude a un profesional, dado que es imposible salir solo y sin ayuda de este problema psicológico que tiene algunos aspectos similares a la ludopatía.(impulso irreprimible a jugar)
De esta manera conviene tomar las cosas con más calma, disfrutar sin agitación , no excederse en los gastos por aparentar solvencia , por el contrario antes de pensar en la diversión desmedida piensa en el ahorro para el próximo año que no se ve tan halagüeño.

1 comentario:

Noemi dijo...

Bueno, yo no celebro la Navidad, y para mí es la época que más paso guardadita en casa pero sí me doy cuenta que para este tiempo todo el mundo anda revuelto y como dice usted sólo para unos ocho días, la cosa es que como dicen popularmente "después del gustazo el trancazo" con las cuentecitas a pagar, puuura deuda, dicen por eso que el mes mas reventado sin billete es Enero.
Hay cosas por las cuales no vale la pena arriesgar nuestra salud mental porque hoy en día con tanto suceso mas bien hay que cuidar no deteriorarla más con lo de estos dias pero bueno cada quien con sus tradiciones y hay que respetarlas.

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