viernes, 2 de enero de 2015

Año nuevo

Cada vuelta de calendario nuestra memoria se llena de buenos y malos recuerdos, lo saludable es reciclarlos para seguir adelante sin mucha interferencia. El don más preciado es controlar la evocación de los recuerdos, porque desafortunadamente los que se nos escapan son los malos recuerdos, los buenos se almacenan y ahí permanecen hasta que los traemos de nuevo a la conciencia, pero los desagradables a cada rato los recordamos y esto se debe a que el ambiente que vivimos en la sociedad moderna esta plagada de estímulos negativos: estrés, insatisfacción laboral, miedo, ansiedad y esto favorece la asociación con las malas experiencias pasadas. Obtener del pasado solo lo mejor no es fácil pero si llegamos a ejercer control sobre lo que almacenamos la vida continuará  con buen oxígeno.
De hecho el calendario es algo más que un recuento cronológico es también emocional, todo esta asociado a las fechas predeterminadas como las festivas, religiosas o patrióticas pero sobre todo a las personales que son las que construimos los 365 días del año.
Por eso a medida que avanzamos en años calendario debemos tener como principal meta saber controlar los recuerdos, de esa manera agregaremos nuevas aventuras a la vida. 

1 comentario:

Noemi dijo...

Sihhh.... definitivamente los que parecen ser malos recuerdos son los que más nos hacen crecer....
El año pasado si que fué diferente a otros años que he tenido, tuve la oportunidad de ir a dar por 12 dias al hospital experiencia que jamás olvidaré. Fué como estar en una pesadilla, no sólo por la enfermedad que padecí, si no por enfrentar la realidad que viven las personas que no gozan de salud, y yo me les uní al sufrimiento...sentí como si alguien me hubiera tomado de la mano y me hubiera llevado a dar un recorrido y me dijera despertá!!!, y en ese momento estaba en mi práctica profesional, entonces el suzurro que me decia no te podés graduar si todavía no comprendes de manera propia lo que otros sienten cuando se deprimen o cuando están ansiosos, porque es desesperante estar sólo acostado en una cama viendo al techo, con un cateter en el brazo, y unos medicamentos que te disparan la ansiedad y te deprimen más todavía....esa experiencia me hizo despertar, me hizo más sensible, hizo que mi vida familiar fuera más saludable y mis relaciones interpersonales no digamos...
es así que, un mal recuerdo puede cambiarnos la vida, agradecida estoy con DIOS por haberme mandado al hospital...

Abrazos que Diosito lo bendiga y le de Paz en su corazón...

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