Ante las amenazas de todo tipo que se ciernen sobre el planeta , es evidente la indolencia e indiferencia de los seres humanos para tratar de enmendar los gigantescos errores cometidos en detrimento de la tierra ya sea por hambre ,ignorancia y por la más común de todas : el afán desmedido de la riqueza material proporcionada por el dinero.
En los países pobres , los pocos recursos destinados a cuidar el medio ambiente son desaparecidos por los actos de corrupción que pretenden como siempre el dinero fácil . Y en los países desarrollados salvo algunas honrosas excepciones no hay un compromiso serio por frenar los abusos contra la tierra.
Todos se preocupan por saber hasta donde habrá petróleo sin poner atención a que el agua se agota , y será motivos de guerra entre los pueblos,
La indolencia e indiferencia son dos pilares del mal de la era moderna: el individualismo,la tecnología y avances modernos han contribuido de manera inesperada a este flagelo de la humanidad así como sin querer se llegó a la bomba atómica.
El individualismo llega a los extremos principalmente en algunos que atesoran grandes cantidades de recursos en creer en la utópica inmortalidad , en esa ilusión cuando se tiene todo, por lo menos los desposeídos deben tener la certeza que todos somos mortales y tarde o temprano dejamos el planeta , eso si con la despiadada desconsideración a los que supuesta-mente amamos ,porque ellos sufrirán las consecuencias de sus padres y abuelos de haber dejado un planeta en coma y con evidentes indicios de muerte definitiva.